May 10, 2021
Peter Drucker famously said, “What gets measured gets managed.” It is not difficult to imagine the converse, when something goes unmeasured, it is vulnerable to being unmanaged.
The challenge is in measuring the right things—data that really tells you about the corporate health and performance of your organization.
In a recent article in the McKinsey Quarterly on successful organizations, the authors stressed that outperforming companies set clear, measurable organizational-health targets in conjunction with their financial objectives. This concept of organizational health targets is worthy of taking the time to dissect. It includes dimensions such as leadership, accountability, innovation and learning.
An organization’s health—its ability to align around and achieve strategic goals—is critical for long-term performance. However, many leaders struggle to find a clear way to measure and improve it. They focus solely on financial performance. And yet, according to McKinsey, which has been monitoring the health of well over a thousand companies for more than 15 years, companies that are healthy (as measured by a diverse set of benchmarks) consistently outperform their peers.
The following reflect McKinsey’s suggestions for how to “jump start” measurement of organizational health:
Measure results and then measure them again, and again.
Investment in organizational health, when tied to strong financial performance, leads directly to long term sustainability.
10 mayo 2021
¿Estás poniendo atención a la salud organizativa?
Peter Drucker lo dijo estupendamente: “Lo que se mide puede manejarse”. No es difícil imaginar lo contrario, cuando algo no está medido, es vulnerable a no ser manejado.
El desafío consiste en medir las cosas apropiadas; datos que realmente te hablen de la salud corporativa y del rendimiento de tu organización.
En un artículo reciente en el “McKinsey Quarterly”, acerca de organizaciones exitosas; los autores destacaron que las empresas que obtienen mejores resultados establecen objetivos organizativos y de salud, claros y medibles, junto con sus objetivos financieros. Este concepto de objetivos de salud organizativos; vale la pena de tomarse el tiempo para revisarlos minuciosamente. Estos incluyen elementos como: el liderazgo, la rendición de cuentas, la innovación y el aprendizaje.
La salud de una organización, su capacidad para alinearse en torno a y alcanzar objetivos estratégicos; esto es fundamental para el desempeño a largo plazo. Sin embargo, muchos líderes luchan por encontrar un camino claro para medirlos y mejorarlos. Ellos se centran únicamente en el rendimiento financiero. Y sin embargo según McKinsey, que ha estado monitoreando la salud de por lo menos mil empresas durante más de 15 años; las empresas que están sanas (medidas por un conjunto diverso de puntos de referencia) superan consistentemente a sus pares.
A continuación, se reflejan las sugerencias de McKinsey sobre cómo “arrancar de emergencia” la medición de la salud organizativa:
Mide los resultados y luego mide nuevamente, y de nuevo otra vez.
La inversión en salud organizativa cuando está ligada a un sólido desempeño financiero, te lleva directamente a la sostenibilidad a largo plazo.