Do Leaders in Your Organization Think, or Do They Think Critically?

December 20, 2022

I am always intrigued by the pull to be tactical when strategy is what is called for. It is the same pull to do something, anything, as opposed to slowing down and doing the right thing.

As leaders in an unpredictable and challenging marketplace, it is critical that we do that which is best for the organization, regardless of what is most expedient or what seems right at the moment. This requires critical thinking. Everyone thinks; it is our nature to do so. But if you spend enough time observing people’s thought processes and listening to their reasoning, it becomes very clear that the thinking, left to itself, can be biased, distorted, or uninformed. This is troubling given the fact that the quality of our work (and our life) depends precisely on the quality of our thought. Sloppy thinking is costly, both in money and in quality of life.

That said, excellence in thought is possible, however it must be systematically cultivated.

In 1987 Michael Scriven & Richard Paul, presented at the 8th Annual International Conference on Critical Thinking and Education Reform, and defined the process of critical thinking as:

The intellectually disciplined process of actively and skillfully conceptualizing, applying, analyzing, synthesizing, and/or evaluating information gathered from, or generated by, observation, experience, reflection, reasoning, or communication, as a guide to action. In its exemplary form, it is based on universal intellectual values that transcend subject matter divisions: clarity, accuracy, precision, consistency, relevance, sound evidence, depth, breadth, and fairness.

Note that they described the process of critical thinking as disciplined and requiring skill.

 

I have met individuals who are brilliant thinkers, but not necessarily disciplined. I have met others who are very smart and know a lot but have yet to hone the skill of applying information in strategic ways to draw reasoned, informed conclusions.

The best critical thinkers I have met are keenly aware of how flawed human reasoning can be. They work diligently to develop intellectual integrity and possess the following traits:

    • Asks vital questions—the more precise the better in order to fully understand the problem or situation;
    • Gathers and assesses relevant information, testing the information against relevant criteria and standards;
    • Thinks open-mindedly within alternative systems of thought, recognizing and assessing, as need be, their assumptions, implications, and practical consequences; and
    • Communicates effectively with others when struggling to find solutions to complex problems.

While I have yet to meet an individual who thinks critically in every situation as everyone is subject to being swayed by bias, blind spots, history or passion around a topic, there are those who have cultivated a way of thinking that is remarkable in its discipline and consistency. And according to these individuals, the process does not occur overnight but over a lifetime.

As leaders, we need to be committed to developing the intellectual discipline required in critical thinking. And this journey should be transparent to our staff and our colleagues. We need to be talking about the process of critical thinking, the rigor required in critical thinking, the importance of thinking critically before simply acting. We need to highlight and celebrate critical thinking characteristics when we see them.

Critical thinking may be the most valuable characteristic of any leader—and the most challenging to cultivate.

As always, I welcome your thoughts.


¿Los Líderes de Tu Organización Solo Piensan o Razonan de Manera Crítica?

20 diciembre 2022

Siempre me intriga la atracción de ser táctica cuando la estrategia es la que se requiere. Es la misma atracción para hacer algo o para hacer cualquier cosa; en lugar de reducir la velocidad y hacer lo correcto.

Como líderes en un mercado impredecible y desafiante, es fundamental que hagamos lo que sea mejor para la organización, independientemente de lo que sea más conveniente o de lo que parezca correcto en ese momento. Esto requiere pensamiento crítico. Todo el mundo piensa, que es nuestra naturaleza hacerlo. Pero si pasas suficiente tiempo observando los procesos del modo de pensar de las personas y así como escuchando su razonamiento; queda muy claro que el pensamiento, dejado a sí mismo, puede estar sesgado, distorsionado o desinformado. Esto es preocupante dado el hecho de que la calidad de nuestro trabajo (y nuestra vida) depende precisamente de la calidad de nuestro pensamiento. El pensamiento descuidado es costoso, tanto en dinero como en calidad de vida.

Dicho esto, la excelencia en el pensamiento es posible, sin embargo, debe cultivarse sistemáticamente.

En 1987 Michael Scriven & Richard Paul, presentaron en la “8th Annual International Conference on Critical Thinking and Education Reform” y definieron el proceso de pensamiento crítico como:

El proceso intelectualmente disciplinado de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y / o evaluar activa y hábilmente la información recopilada de, o generada por, la observación, la experiencia, la reflexión, el razonamiento o la comunicación, como una guía para la acción. En su forma ilustrativa, se basa en valores intelectuales universales que trascienden las divisiones temáticas: claridad, exactitud, precisión, consistencia, relevancia, evidencia sólida, profundidad, amplitud y equidad.

Ten en cuenta que describieron el proceso de pensamiento crítico como disciplinado y que requiere destreza.


He conocido a individuos que son pensadores brillantes, pero no necesariamente disciplinados. He conocido a otros que son muy inteligentes y saben mucho, pero aún tienen que perfeccionar la destreza de aplicar la información de manera estratégica para sacar conclusiones congruentes e informadas.

Los mejores pensadores críticos que he conocido son muy conscientes de lo defectuoso que puede ser el razonamiento humano. Trabajan esmeradamente para desarrollar la integridad intelectual y poseen las siguientes cualidades:

    • Hacen preguntas fundamentales; cuanto más precisas, mejor para comprender completamente el problema o la situación ;
    • Recopilan y evalúan la información relevante; comparándola con los criterios y normas pertinentes;
    • Piensan con la mente abierta dentro de sistemas alternativos de razonamiento, reconociendo y evaluando; según sea necesario, sus suposiciones, implicaciones y consecuencias prácticas; y
    • Se comunican eficazmente con los demás cuando luchan por encontrar soluciones a problemas complejos.

Si bien todavía no he conocido a un individuo que piense críticamente en cada situación; ya que todos están sujetos a ser influenciados por prejuicios, lados flacos, la historia o pasión en torno a un tema; hay quienes han cultivado una forma de pensar que es notable en su disciplina y consistencia. Y según estos individuos, el proceso no ocurre de la noche a la mañana, sino durante toda la vida.

Como líderes, debemos comprometernos a desarrollar la disciplina intelectual requerida en el razonamiento crítico. Y este viaje debe ser transparente para nuestro personal y nuestros colegas. Necesitamos hablar tanto sobre el proceso de razonamiento crítico como del rigor requerido en el pensamiento crítico, así como de la importancia de pensar críticamente antes de simplemente actuar. Necesitamos resaltar y celebrar las características del razonamiento crítico cuando las vemos.

El razonamiento crítico puede ser la característica más valiosa de cualquier líder y la más difícil de cultivar.

Como siempre, agradezco tus opiniones.