February 28, 2022
Welcome to my last blog this month celebrating African American Women who made a difference. Learning about these courageous women has been so inspiring, each a testament to bravery and tenacity and each a first in their chosen fields. This week I want to share the story of Alice Ball—the African American chemist who developed the first successful treatment for those suffering from Hansen’s disease (leprosy). She died at the young age of 24, which made this accomplishment all the more remarkable.
Alice Augusta Ball was born on July 24, 1892 in Seattle, Washington to Laura, a photographer, and James P. Ball, Jr., a lawyer. Her grandfather, James P. Ball Sr., was a well-known photographer and was among the first to practice daguerreotype photography, a process of printing photographs onto metal plates. Ms. Ball was encouraged to “do big things with her life.”
The family enjoyed a middle-class lifestyle. Ms. Ball excelled at Seattle High School, and earned undergraduate degrees in pharmaceutical chemistry (1912) and pharmacy (1914) from the University of Washington. She then transferred to the College of Hawaii (now known as the University of Hawaii) and became the very first African American and the very first woman to graduate with an M.S. degree in chemistry in 1915. She was offered a teaching and research position there and became the institution’s very first woman chemistry instructor. She was only 23 years old.
As a laboratory researcher, Ms. Ball worked extensively to develop a successful treatment for those suffering from Hansen’s disease (leprosy). Her research led her to create the first injectable leprosy treatment using oil from the chaulmoogra tree, which up until then, was only a moderately successful topical agent that was used in Chinese and Indian medicine. Her scientific rigor resulted in a highly successful method to alleviate leprosy symptoms. The “Ball Method” was so successful, leprosy patients were discharged from hospitals and facilities across the globe including an isolation facility on the north shore of Molokai, Hawaii where thousands of people suffering from leprosy died in years prior. Thanks to Alice Ball, those banished individuals were able to return to their families, free from the symptoms of leprosy.
Tragically, Alice Ball died on December 31, 1916, at the young age of 24 after complications resulting from inhaling chlorine gas in a lab teaching accident. During her brief lifetime, she did not get to see the full impact of her discovery. What’s more, following her death, the president of the College of Hawaii, Dr. Arthur Dean, continued Ms. Ball’s research without giving her credit for the discovery. Dean even claimed her discovery for himself, calling it the “Dean Method.” (Unfortunately, it was commonplace for men to take the credit of women’s discoveries and Ball fell victim to this practice).
In 1922, six years after her death, Dr. Harry T. Hollmann, the assistant surgeon at Kalihi Hospital who originally encouraged Ball in her research, published a paper giving Ball the proper credit she deserved.
In 2000, the University of Hawaii-Mānoa placed a bronze plaque on campus to honor Ms. Ball’s life and her important discovery. Former Lieutenant Governor of Hawaii, Mazie Hirono, also declared February 29 “Alice Ball Day.” In 2007, the University of Hawaii posthumously awarded her with the Regents’ Medal of Distinction.
Honrando a Alice Ball, Creadora del Primer Tratamiento Exitoso para la Lepra
28 febrero 2022
Bienvenidos a mi último “blog” de este mes, celebrando a las Mujeres Afroamericanas que hicieron la diferencia. Saber sobre estas valientes mujeres ha sido muy inspirador, cada una un testimonio de valentía y tenacidad y cada una de ellas una primera en sus ramos elegidos. Esta semana quiero compartir la historia de Alice Ball, la química Afroamericana que desarrolló el primer tratamiento exitoso para aquellos que sufrían de la enfermedad de Hansen (lepra). Murió a la temprana edad de 24 años, lo que hizo que este logro fuera aún más notable.
Alice Augusta Ball nació el 24 de julio de 1892 en Seattle, Washington, hija de Laura, una fotógrafa, y James P. Ball, Jr., un abogado. Su abuelo, James P. Ball Sr., fue un conocido fotógrafo y fue uno de los primeros en practicar la fotografía de daguerrotipos, un proceso de impresión de fotografías en placas de metal. Alice fue alentada a “hacer grandes cosas con su vida. “
La familia disfrutaba de un estilo de vida de clase media. Ball se destacó en Seattle High School, y obtuvo títulos universitarios en química farmacéutica (1912) y de farmacia (1914) de la Universidad de Washington. Luego se cambió al Colegio de Hawaii (ahora conocido como la Universidad de Hawaii) y se convirtió en la primera Afroamericana y la primera mujer en graduarse con una maestría en química en 1915. Allí se le ofreció un puesto de enseñanza e investigación y se convirtió en la primera mujer profesora de química de la institución. Tenía solo 23 años.
Como investigadora de laboratorio, la Srita. Ball trabajó extensamente para desarrollar un tratamiento exitoso para aquellos que sufrían de la enfermedad de Hansen (lepra). Su investigación la llevó a crear el primer tratamiento inyectable para la lepra utilizando aceite del árbol chaulmoogra, que, hasta entonces, era solo un agente tópico moderadamente exitoso que se usaba en la medicina china e india. Su rigurosidad científica resultó en un método altamente exitoso para aliviar los síntomas de la lepra. El “Método Ball” fue tan exitoso que los pacientes con lepra fueron dados de alta de hospitales e instalaciones de todo el mundo, incluida una instalación de segregación en la costa norte de Molokai, Hawaii, donde miles de personas que sufrían de lepra murieron en años anteriores. Gracias a Alice Ball, esos individuos segregados pudieron regresar con sus familias, libres de los síntomas de la lepra.
Trágicamente, Alice Ball murió el 31 de diciembre de 1916, a la temprana edad de 24 años, después de complicaciones resultantes de la inhalación de gas de cloro en un accidente en la enseñanza en el laboratorio. Durante su breve vida, no llegó a ver el impacto total de su descubrimiento. Además, después de su muerte, el presidente del Colegio de Hawaii, el Dr. Arthur Dean, continuó la investigación de la Srita. Ball sin darle crédito por el descubrimiento. Dean incluso reclamó su descubrimiento para sí mismo, llamándolo el “Método Dean”. (Desafortunadamente, era común que los hombres robaran el crédito de los descubrimientos de las mujeres y Ball fue víctima de esa práctica). En 1922, seis años después de su muerte, el Dr. Harry T. Hollmann, el cirujano asistente del Hospital Kalihi que originalmente alentó a Ball en su investigación, publicó un artículo dándole a Ball el crédito ganado que merecía.
En 2000, la Universidad de Hawaii-Mānoa colocó una placa de bronce en sus instalaciones para honrar la vida de la Srita. Ball y su importante descubrimiento. El ex vicegobernador de Hawaii, Mazie Hirono, también declaró el 29 de febrero como el “Día de Alice Ball”. En 2007, la Universidad de Hawaii le otorgó póstumamente The Regents’ Medal of Distinction.