…social evils are dangerously contagious. The fixed policy of persecution and injustice against a class of women who are weak and defenseless will be necessarily hurtful to the cause of all women. —Fannie Barrier Williams
February 7, 2022
During Black History Month I thought it important to spend time in my blog honoring African American women who made a difference—but whose names don’t come to mind when reflecting on the history of our country. What is striking in nearly every profile I researched, is the Black woman’s ability to build their own communities within larger environments of oppression, mistreatment and racism.
The first woman I would like to highlight is Fannie Barrier Williams. Ms. Barrier Williams was born in 1855 in Brockport, New York. This was shortly after the Dred Scott decision, four years before the last slave ship arrived in the US, and ten years before the Emancipation Proclamation. The national debate over slavery was at a heightened state. Yet in Fannie’s world, she felt safe, secure and she is quoted as saying “my childhood experiences of ‘social equality’ ill-prepared me for the racism I faced later in life. My growing awareness of the unfair treatment African American women received was the catalyst behind my lifetime of activism.”
In 1870, Ms. Barrier Williams was the first African American to graduate from Brockport State Normal School Williams (now SUNY Brockport). After graduation, she moved to Washington, D.C. to teach recently freed Blacks who were migrating to the nation’s capital in the 1870s. During this time she enrolled in the School of Fine Arts in Washington to study portrait painting, and found herself surrounded by screens that separated her from the other students. In response to her complaints, she was informed that that was the only way she could remain in the class. She had a similar experience at the New England Conservatory of Music in Boston where she wanted to further her piano studies, but was asked to leave after all the students from the southern states threatened to quit if she stayed. These experiences awakened her spirit—and her fight.
Ms. Barrier Williams helped found the National League of Colored Women in 1893 and its successor, the National Association of Colored Women (NACW) in 1896. These organizations provided kindergartens, mothers’ groups, sewing classes, childcare centers, employment bureaus, and savings banks for women who would not have had access to them elsewhere. Similarly, when she became aware of the lack of African-American physicians and nurses in the hospitals, she helped to create Provident Hospital in 1891, an inter-racial medical facility that included a training school for nurses that admitted African-American women. She was also instrumental in the creation of the Frederick Douglass Center in 1905, a settlement house, and the Phillis Wheatley Home for Girls. The latter became part of a national movement, and the hospital and settlement house still serve the Chicago community today. She was also the first African-American and the first woman on the Chicago Library Board.
In one of her major speeches, The Intellectual Progress of the Colored Women of the United States Since the Emancipation Proclamation, Ms. Barrier Williams disputed the notion that slavery had rendered African-American women incapable of the same moral and intellectual levels as other women and called on all women to unite to claim their inalienable rights.
Ms. Barrier Williams’ contribution to the cause of women’s suffrage was recognized when, in 1907, she was the only African American selected to eulogize Susan B. Anthony at the National American Women Suffrage Association convention. In 1909 she assisted W.E.B. DuBois in helping to found the National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) in 1909.she continued to support women’s rights until her death on March 4, 1944, in her hometown of Brockport, NY.
"... los males sociales son peligrosamente contagiosos. La política inalterable de persecución e injusticia contra una clase de mujeres que son débiles e indefensas será necesariamente dañina para la causa de todas las mujeres". —Fannie Barrier Williams
Durante Black History Month, pensé que era importante emplear tiempo en mi blog honrando a las mujeres afroamericanas que hicieron la diferencia, pero cuyos nombres no vienen a la mente cuando se reflexiona sobre la historia de nuestro país. Lo que me llama la atención en casi todos los perfiles que investigué; es la capacidad de la mujer afroamericana para construir sus propias comunidades en entornos de opresión, maltrato y racismo de gran envergadura.
La primera mujer que me gustaría destacar es Fannie Barrier Williams. Barrier Williams nació en 1855 en Brockport, Nueva York. Esto fue poco después de la decisión de Dred Scott, cuatro años antes de que llegara el último barco de esclavos a los Estados Unidos, y diez años antes de la Proclamación de Emancipación. El debate nacional sobre la esclavitud estaba en su punto más alto. Sin embargo, en el mundo de Fannie, ella se sentía segura, confiada y se la cita diciendo que “mis experiencias infantiles de ‘igualdad social’ me prepararon mal para el racismo que enfrentaría en la vida. Mi creciente conciencia del trato injusto que recibieron las mujeres afroamericanas fue el catalizador detrás de mi vida de activismo”.
En 1870, Barrier Williams fue la primera afroamericana en graduarse de Brockport State Normal School Williams (ahora SUNY Brockport). Después de graduarse, se mudó a Washington, D.C. para enseñar a los recién liberados esclavos negros que estaban migrando a la capital de la nación en la década de 1870. Durante este tiempo se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Washington para estudiar pintura de retratos, y se encontró rodeada de biombos que la separaban de los otros estudiantes. En respuesta a sus quejas, se le informó que esa era la única forma en que podía permanecer en clase. Tuvo una experiencia similar en el Conservatorio de Música de Nueva Inglaterra en Boston, donde quería continuar sus estudios de piano, pero se le pidió que se fuera después de que todos los estudiantes de los estados del sur amenazaron con dejar la escuela si se quedaba. Estas experiencias despertaron su espíritu y su lucha.
Barrier Williams fundó The National League of Colored Women en 1893 y su afiliada The National Association of Colored Women , (NACW) en 1896. Estas organizaciones proporcionaron jardín de niños, reuniones de madres, clases de costura, guarderías, oficinas de empleo y cajas de ahorros; para mujeres que no hubiesen tenido acceso a ellos en otros lugares. Del mismo modo, cuando se dio cuenta de la falta de médicos y enfermeras afroamericanas en los hospitales, ayudó a crear el Provident Hospital en 1891, un centro médico interracial que incluía una escuela de capacitación para enfermeras que admitían mujeres afroamericanas. También jugó un papel decisivo en la creación del Frederick Douglass Center en 1905, una casa de asentamiento y el Phillis Wheatley Home for Girls. Este último se convirtió en parte de un movimiento nacional, y el hospital y la casa de asentamiento todavía sirven a la comunidad de Chicago hoy en día. También fue la primera afroamericana y la primera mujer en The Chicago Library Board.
En uno de sus mejores discursos, The Intellectual Progress of the Colored Women of the United States Since the Emancipation Proclamation, Barrier Williams cuestionó la noción de que la esclavitud había hecho que las mujeres afroamericanas fueran incapaces de los mismos niveles morales e intelectuales que otras mujeres y pidió a todas las mujeres que se unieran para reclamar sus derechos inalienables.
La contribución de Barrier Williams a la causa del sufragio femenino fue reconocida cuando, en 1907, fue la única afroamericana seleccionada para ensalzar a Susan B. Anthony en la National American Women Suffrage Association Convention. En 1909 ayudó a W.E.B. DuBois a fundar la National Association for the Advancement of Colored People (NAACP) en 1909, continuó apoyando los derechos de las mujeres, hasta su muerte el 4 de marzo de 1944, en su ciudad natal de Brockport, Nueva York.