May 17, 2021
The idea of wait and see is considered by some to be a passive approach to leadership. According to a recent article in Entreprenuer.com, “the reactive style of leadership–characterized by a ‘let’s-wait-and-see’ attitude and delayed decision-making–is rarely effective.”
Most of the time I might say the same thing. But over the years, I have come to see the wisdom in certain circumstances of … waiting. That may sound counterintuitive for those who regularly read my blog. You KNOW that I am a staunch advocate of proactive leadership, of understanding the environment in which we operate and positioning our company to be prepared for and even ahead of market trends. That said, when circumstances are unprecedented—such as 9/11 and the pandemic—the instinct to act may be exactly the wrong thing to do.
It takes time following world-changing events to understand the best course of action—or reaction. It takes time to understand what the data is telling us. Sometimes data changes as better questions are asked and answered. Good leaders ensure that they are as well-informed as possible, take steps critical to ensuring safety and solvency, and then as hard as it is, they wait … monitoring the situation to determine the right next step. This seems logical, right? Yet I am seeing responses to the pandemic similar to those I saw in the wake of 9/11. While much changed after 9/11, over time much stayed the same. Many reacted too soon, and as a result made decisions that seemed sound at the time, but in reflection were made without sufficient information.
I discussed this perspective with our leadership team just last week. We responded rapidly to the pandemic, to ensure business continuity and safety. We continued to monitor the information coming from a collection of reliable sources, we communicated regularly with board, staff and stakeholders …and we waited. There are several decisions that I have not made–specifically around mandatory vaccinations and remote work—because the time is just not right. We need more data. It has been interesting to watch how some large companies said that they were moving to a remote work model, only to change their position. Others have said that they were giving up their leases and downsizing their office space, only to change their mind as trends started to shift and more information was available.
Let me be clear—I am not saying do not prepare. I am not suggesting that we simply do nothing. I am suggesting that we delay action while preparing for just about everything. Preparation requires knowledge and scenario-based planning. Using the time to enact “what-if?” scenarios demonstrates the power of patience and observation.
And then, when we do act, our actions should be exceptionally well planned and well-executed. Do the simple things brilliantly—better than most. This kind of smart, “wait and see” leadership will generate confidence throughout the organization and with key stakeholders.
As always, I welcome your thoughts.
17 mayo 2021
Esperar y Ver… ¿Una Buena Estrategia de Liderazgo o No?
La idea de esperar y ver es considerada por algunos como un enfoque pasivo del liderazgo. Según un artículo reciente en “Entreprenuer.com”, “el estilo reactivo de liderazgo, caracterizado por una actitud de ‘esperemos y veamos’ y una toma de decisiones postergada, rara vez es eficaz. “
La mayoría de las veces podría decir lo mismo. Pero a lo largo de los años, he llegado a ver la sabiduría en ciertas circunstancias de … el esperar. Eso puede sonar contradictorio para aquellos que leen regularmente mi “blog”. Tú sabes que soy una firme defensora del liderazgo proactivo, de entender el entorno en el que operamos y posicionar a nuestra organización para estar preparada e incluso ponerla por delante de las tendencias del mercado. Dicho esto, cuando las circunstancias no tienen precedentes—como el “9/11” y la pandemia—el instinto de actuar puede ser exactamente la cosa incorrecta por hacer.
Toma tiempo seguir los eventos cambiantes mundialmente; para comprender el mejor curso de acción – o reacción. Se necesita tiempo para entender lo que los datos están diciéndonos. A veces los datos cambian, a medida que se hacen y se responden mejores preguntas. Los buenos líderes se aseguran de que también estén bien informados tanto como sea posible, tomen medidas críticas para garantizar la seguridad y la solvencia, y luego, por más difícil que sea, esperar… monitoreando la situación para determinar el siguiente paso correcto. Esto parece lógico, ¿verdad?. Sin embargo, estoy viendo respuestas a la pandemia similares a las que vi a raíz del “9/11”. Aunque mucho cambió después del “9/11”; con el tiempo mucho se mantuvo como antes. Muchos reaccionaron demasiado pronto, y como resultado tomaron decisiones que parecían sólidas en ese momento, pero reflexionando; se tomaron sin suficiente información.
Hablé de esta perspectiva con nuestro equipo de liderazgo justamente la semana pasada. Respondimos rápidamente a la pandemia; para garantizar la continuidad de la organización y la seguridad. Continuamos monitoreando la información procedente de una lista de fuentes confiables; nos comunicamos regularmente tanto con la mesa directiva, como con el personal y las partes interesadas … y esperábamos. Hay varias decisiones que no he tomado; específicamente en torno a las vacunas obligatorias y el trabajo a larga distancia; porque el tiempo simplemente no es el adecuado. Necesitamos más datos. Ha sido interesante ver cómo algunas grandes compañías; dijeron que estaban moviéndose a un modelo de trabajo de larga distancia, justo para cambiar su posición. Otras habían dicho que estaban cediendo sus contratos de arrendamiento y reduciendo el espacio de sus oficinas, sólo para cambiar de opinión, a medida que las tendencias comenzaron a cambiar y más información estaba disponible.
Permítanme ser clara— No estoy diciendo que no se preparen. No estoy sugiriendo que simplemente no hagamos nada. Lo que estoy sugiriendo, es que retrasemos la acción, mientras nos preparamos para casi todo. La preparación requiere conocimientos y planificación, basada en escenarios. El uso del tiempo para promulgar el escenario “¿y sí?”; demuestra el poder de la paciencia y la observación.
Y luego, cuando actuamos, nuestras acciones deben ser excepcionales, así como bien planificadas y bien ejecutadas. Hacer las cosas simples brillantemente, mejor que la mayoría. Este tipo de liderazgo inteligente, “esperar y ver”, generará confianza en toda la organización, así como con las partes interesadas cruciales.