June 7, 2021
“When the spirits are low, when the day appears dark, when work becomes monotonous, when hope hardly seems worth having, just mount a bicycle and go out for a spin down the road, without thought on anything but the ride you are taking.” – Arthur Conan Doyle
It is summer and I am eager to get back to biking.
I love to bike. I always have. I have owned many different types of bikes and love mountain bikes, street bikes, cross country … and over the years, like most relatively serious bikers, I have fine-tuned my riding experience—almost.
I thoroughly enjoy the feeling of freedom that comes with biking. I enjoy the scenery, the sense of adventure, and I even enjoy the hills—both directions! And when I have completed a good ride, I love the feeling of accomplishment.
But the part that I may love most about biking is the planning for the next trip. I love the detail involved in every aspect and each phase of the planning. I have developed a checklist and I go through that list –in meticulous detail—building on my knowledge from previous trips.
Was my tire pressure appropriate to begin the trip? Did I keep it right for each phase of the trip? Did I carry the right amount of water? Food? Did I plan my breaks right? Was the trip too long? Too short? Did I carry the right gear? Do I need new gear? Did I carry the right equipment? Can I lessen the weight in any part of my bike without compromising the trip? Each trip feeds my knowledge base and thus, my planning. And no matter how long I have biked, I continue to learn and hone each biking experience.
And for those who bike with me, I make sure that they plan too. I learned this the hard way!
I am not sure where this focus on detail came from, but it drives me, possibly to a fault! Those with whom I work side by side know this. Every experience that I have had professionally feeds the next experience. Each interview with a prospective candidate drives the next interview. Every program launch informs the next launch. Every new acquisition is informed by past acquisitions. Every experience improves the quality of my planning and the depth and types of the questions I ask as I prepare.
Because I document my planning process, I have a history of how I have prepared for my many bike trips. Recently, I spent some time looking back over my journals and was struck by the difference in the questions I asked from my fledgling years as a biker to today. I was struck by the shift in how I planned and the way I organized. It was interesting to see the way my thinking about biking evolved and how this evolution impacted how I planned and executed each trip.
While I am not one that uses a lot of metaphors, I do think that there is a message here that should not be lost. People who want to improve evolve in how they approach a task. I look for evolution in thinking when I hire potential executives in the company. I look for individuals who have a process that they follow to improve how they solve problems and plan for the known and the unknown. And I spend a lot of time during the interview seeking to understand how their process has evolved. Because … evolution in thinking matters!
Someone asked me once in an interview and the question has always stuck with me:
“Do you have 25 years of experience or do you have one year of experience that you repeated 25 times?” In other words, did you evolve?
As always, I welcome your thoughts!
7 junio 2021
¿Está Evolucionando Nuestro Pensamiento?
“Cuando los ánimos están por los suelos, cuando el día parece negro, cuando el trabajo se vuelve monótono, cuando la esperanza apenas tenerla parece valer la pena , basta con montar una bicicleta y salir a dar una vuelta calle abajo, sin pensar en nada más que en el paseo que se está dando.” – Arthur Conan Doyle
Es verano y estoy ansiosa por volver a montar en bicicleta.
Me encanta andar en bicicleta. Siempre lo he hecho. He tenido muchos tipos diferentes de bicicletas y me encantan las bicicletas de montaña, las bicicletas para la ciudad, y las de todo terreno … y a lo largo de los años; como la mayoría de los ciclistas relativamente serios, casi, he afinado mi experiencia de andar en bicicleta así.
Disfruto muchísimo la sensación de libertad que me da el ciclismo. Disfruto del paisaje, el sentido de la aventura, e incluso disfruto de las colinas, ¡en ambas direcciones! Y cuando he completado un buen viaje en ella, me encanta la sensación de logro.
Pero la parte que más puede gustarme de andar en bicicleta; es la planificación para el próximo viaje. Me encanta el detalle involucrado en cada aspecto y en cada fase de la planificación. He fabricado una lista de verificación y voy a través de esa lista -con meticuloso detalle – basándome en mis conocimientos de viajes anteriores.
¿era la presión del aire de mis neumáticos apropiada, para comenzar el viaje? ¿Lo mantuve apropiado para cada fase del viaje? ¿Llevé la cantidad correcta de agua? ¿víveres? ¿Planeé bien mis descansos? ¿Fue el viaje demasiado largo? ¿Demasiado corto? ¿Llevé las herramientas adecuadas? ¿Necesito equipo nuevo? ¿Llevé el equipo adecuado? ¿Puedo disminuir el peso en cualquier parte de mi bicicleta sin poner en peligro el viaje? Cada viaje alimenta mi base de conocimientos y, por lo tanto, mi planificación. Y no importa cuánto tiempo haya montado en bicicleta, sigo aprendiendo y perfeccionando cada experiencia de ciclismo.
Y para aquellos que montan en bicicleta conmigo, me aseguro de que también planifiquen. Aprendí esto, de la forma más dura!
No estoy segura de dónde viene este enfoque en el detalle, pero me lleva, posiblemente a una culpa! Aquellos con los que trabajo codo a codo lo saben. Cada experiencia que he tenido profesionalmente alimenta la siguiente. Cada entrevista con un candidato potencial impulsa la siguiente entrevista. Cada programa lanzado, informa el próximo lanzamiento. Cada nueva adquisición se basa en adquisiciones anteriores. Cada experiencia mejora la calidad de mi planificación y la profundidad y los tipos de las preguntas que me hago mientras me preparo.
Debido a que documento mi proceso de planificación, tengo un historial de cómo me he preparado para mis muchos viajes en bicicleta. Recientemente, pasé algún tiempo rememorando en mis diarios y me llamó la atención la diferencia en las preguntas que me hice desde mis años novatos como ciclista hasta hoy. Me llamó la atención el cambio en la forma en que planeé y la manera en la que me organicé. Me pareció interesante ver la forma en que evolucionó mi pensamiento sobre el ciclismo y cómo esta evolución impactó en la manera cómo planeé y ejecuté cada viaje.
Si bien no soy de las que utilizan muchas metáforas, creo que hay un mensaje aquí que no debe perderse. Las personas que quieren mejorar evolucionan en la forma en que abordan una tarea. Busco la evolución de pensamiento cuando contrato a ejecutivos potenciales en la organización. Busco individuos que tengan un proceso que sigan, para mejorar la forma en que resuelven problemas y planifican tanto para lo conocido como para lo desconocido. Y paso mucho tiempo durante la entrevista tratando de entender cómo ha evolucionado su proceso. ¡Porque … la evolución en el pensamiento importa!
Alguien me preguntó una vez en una entrevista y la pregunta siempre se me ha quedado grabada:
“¿Tienes 25 años de experiencia o tienes un año de experiencia que se ha repetido 25 veces? ” En otras palabras, ¿evolucionaste?
!Como siempre, agradezco tus comentarios!