September 12, 2022
Over the last several weeks we have explored the concept of silos in the work environment, the rationale behind the formation of silos in an organization, and why they are toxic to an organization.
The important question is: how should a leader encourage staff to work across boundaries that exist within an organization?
One of the most effective strategies to eliminate silos is encouraging curiosity and asking a lot of questions. Inquiry is critical because what we see and take for granted on one side of an interface is not the same as what people experience on the other side.
A study of more than 1,000 middle managers conducted by the University of Toronto and Harvard Business School highlights the value of inquisitiveness in boundary-crossing work. The study demonstrated that managers who asked questions of their counterparts were more likely to build networks that spanned the various departments of a company. The process of asking questions helps develop relationships, reduces assumptions and increases clarity in what is actually happening in other parts of an organization. The study went on to say that as people rise through the ranks of their company, they become less inclined to ask questions. High achievers are especially prone to not seeing things from other people’s perspectives. Furthermore, the fear of looking inept may prevent employees from asking questions when they encounter a knowledge gap.
I am a big believer in asking questions of my counterparts in for-profit and nonprofit organizations. It is how I learn. It is how I expand my sense of possibilities as well as how I learn what individuals are doing to leverage current market trends and technological advances.
To encourage curiosity and create a safe space for people to ask questions, all of us as leaders need to be role models in the art of asking questions, building a culture of curiosity. While I understand we are all busy, we must not let the art of question be a casualty of all of our “doing.” According to Norma Kraay from Deloitte Canada, “Not asking questions is a big mistake many professionals make. People want to be seen as experts and so they offer solutions without fully understanding problems or current practices. That almost always leads to mistakes.”
Asking questions also conveys the humility that more and more business leaders see as critical to success. According to Laszlo Bock, Google’s former senior vice president of people operations, “humble people are better at bringing others together to solve tough problems. In a fast-changing business environment, humility—not to be confused with false modesty—is simply a strength. Its power comes from realism…”
According to an article in Harvard Business Review, curiosity is much more important to an enterprise’s performance than was previously thought. That’s because curiosity helps leaders, and their employees, adapt to uncertain market conditions and external pressures. According to this article by Francesca Gino, “When our curiosity is triggered, we think more deeply and rationally about decisions and come up with more-creative solutions. In addition, curiosity allows leaders to gain more respect from their followers and inspires employees to develop more-trusting and more-collaborative relationships with colleagues.”
Asking questions breaks down silos, it encourages cross cultivation of ideas, and it grows a sense of common mission and camaraderie across a company.
As always, I welcome your comments.
Hacer las Preguntas Correctas Mejora la Capacidad de las Personas para Trabajar Entre Silos
12 septiembre 2022
Durante las últimas semanas hemos explorado el concepto de silos en el entorno de trabajo, la lógica detrás de la formación de silos en una organización y por qué son tóxicos para ellas.
La pregunta importante es: ¿cómo debe un líder alentar al personal a trabajar a través de los limites que existen dentro de una organización?
Una de las estrategias más efectivas para eliminar los silos, es fomentar la curiosidad y hacer muchas preguntas. La indagación es crítica porque lo que vemos y damos por sentado por un lado de una interconexión, no es lo mismo que lo que las personas experimentan en el otro lado.
Un estudio de más de 1,000 mandos intermedios realizado por la University of Toronto y Harvard Business School; destaca el valor de la curiosidad a través del trabajo con limites. El estudio demostró que los mandos intermedios que hacían preguntas a sus contrapartes tenían más probabilidades de construir redes que abarcaran los diversos departamentos de una empresa. El proceso de hacer preguntas ayuda a desarrollar relaciones, reducir las suposiciones y aumenta la claridad en lo que realmente está sucediendo en otras partes de una organización. El estudio continuó diciendo que a medida que las personas ascendían a través de los rangos de su empresa, tenían menos inclinación a hacer preguntas. Las personas exitosas son especialmente propensas a no ver las cosas desde la perspectiva de otras personas. Además, el miedo a parecer ineptos puede impedir que los empleados hagan preguntas cuando se encuentren con una falta de información de datos.
Soy una gran creyente en hacer preguntas a mis contrapartes en organizaciones con y sin fines de lucro. Así es como aprendo. Es así la forma en que amplío tanto mi sentido de las posibilidades, como la forma en que aprendo sé lo que las personas están haciendo para aprovechar las tendencias actuales del mercado y los avances tecnológicos.
Para fomentar la curiosidad y crear un lugar seguro para que las personas hagan preguntas, todos nosotros, como líderes, debemos ser modelos a seguir en el arte de hacer preguntas, construyendo una cultura de curiosidad. Si bien entiendo que todos estamos ocupados, no debemos permitir que el arte de cuestionar sea una víctima de todo nuestro “hacer.” Según Norma Kraay de Deloitte Canada, “No hacer preguntas es un gran error que cometen muchos profesionales. Las personas quieren ser vistas como expertas y, por lo tanto, ofrecen soluciones sin comprender completamente los problemas o las prácticas actuales. Eso casi siempre conduce a errores”.
Hacer preguntas también transmite la humildad que cada vez más líderes empresariales ven como una crítica para el éxito. Según Laszlo Bock, ex vicepresidente y jefe de operaciones de personas de Google; “las personas humildes son mejores para unir a otros para resolver problemas difíciles. En un entorno empresarial que cambia rápidamente, la humildad, que no debe confundirse con la falsa modestia, es simplemente una fortaleza. Su poder proviene del realismo…”
De acuerdo con un artículo reciente en Harvard Business Review, la curiosidad es mucho más importante para el rendimiento de una empresa de lo que se pensaba anteriormente. Esto se debe a que la curiosidad ayuda a los líderes y a sus empleados a adaptarse a las condiciones inciertas del mercado y a las presiones externas. De acuerso con este artículo de Francesca Gino, “Cuando se desencadena nuestra curiosidad, pensamos más profunda y racionalmente acerca de las decisiones y encontramos soluciones más creativas. Además, la curiosidad permite a los líderes ganar más respeto de sus seguidores e inspira a los empleados a desarrollar relaciones más confiables y colaborativas con sus colegas”.
Hacer preguntas rompe los silos, fomenta el cultivo de cruce de ideas y desarrolla un sentido de objetivo común y camaradería en toda la empresa.
Como siempre, agradezco tus comentarios.